Introducción
La complejidad de la red criminal
Las redes criminales que persisten, como es de suponerse, tienen características que las hacen muy resistentes. Sin embargo, usualmente no se presta atención a esas características, y como resultado, algunos investigadores, fiscales, procuradores de justicia y jueces continúan enfrentando de la misma manera un crimen aislado, como un homicidio, que un conjunto de crímenes ejecutados sistemáticamente por una red, como masacres o esquemas masivos de corrupción.
En últimas, como se verá, para entender la resiliencia de las redes criminales es necesario entender su complejidad y esto, a su vez, es requisito para adoptar medidas acertadas para enfrentarlas. Omitir esa complejidad, en el largo plazo, conduce a escenarios en los que mediante sofisticadas formas de cooptación, las redes criminales infiltran y manipulan de manera eficiente las instancias decisivas de Estados y sectores sociales. Por esto, con este libro proponemos una explicación acerca de la complejidad y resiliencia de las redes criminales; una explicación que esperamos sea útil para entenderlas y enfrentarlas. Dicha explicación se divide en 11 capítulos.
En el primer capítulo exponemos conceptos básicos del análisis de redes criminales para explicar en detalle qué quiere decir que una red sea más resistente, o resiliente, que otra. Con base en esos conceptos, en el segundo capítulo mostramos que en algunas redes criminales actuales participa un número tan elevado y diverso de agentes, con interacciones tan disímiles, que su comprensión exhaustiva desborda las capacidades de análisis detallado del cerebro humano. Algunas redes criminales son tan complejas que es prácticamente imposible entenderlas con los procedimientos, enfoques y análisis tradicionales de información, los cuales, en muchos casos, consisten en acumular miles de horas de narraciones y pruebas técnicas que por falta de capacidad para procesarlas y analizarlas comprensivamente, nunca son debidamente consideradas por fiscales o jueves.
Dada su complejidad, algunas redes criminales deben ser definidas y descritas como macro-redes para así destinar los recursos y procedimientos adecuados para entenderlas y confrontarlas. Por esto, en el segundo capítulo proponemos una definición del concepto macro-red criminal, para identificar aquellos fenómenos que no son correctamente diferenciados mediante el concepto tradicional de crimen organizado.
Con el tercer capítulo se inicia la sección dedicada al análisis y descripción de la red de crimen y corrupción sistémica articulada por Fujimori y Montesinos en Perú. Específicamente, se analiza una operación criminal en la que también participó la guerrilla Colombiana de las FARC. Este caso, como se explicó, ilustra las características de una red con relativa baja resiliencia, las cuales fueron aprovechadas en su momento para lograr su desarticulación.
Para analizar de manera detallada el surgimiento, la estructura y la evolución de tan intrincada red peruana, José Ugaz Sánchez-Moreno, procurador especial cuyas investigaciones iniciaron el desmoronamiento del régimen de Fujimori, describe y revela en este libro, y por primera vez, los detalles y el contexto del fenómeno político y criminal encarnado en la red de Fujimori y Montesinos. De esta manera, en el cuarto capítulo presentamos las características de la red de crimen transnacional establecida por Vladimiro Montesinos para ejecutar una compleja operación de tráfico de armas que fueron suministradas a la guerrilla colombiana de las FARC en intercambio por cocaína. Al ser revelada esta sorprendente operación criminal, como se describe en el capítulo quinto, se dio un paso decisivo para la caída definitiva del entramado de corrupción establecido por Fujimori y Montesinos en el Perú. La caída del régimen, y algunas implicaciones en la vida institucional del Perú, se describen en el capítulo sexto.
El séptimo capítulo marca el inicio de la sección dedicada al análisis de la red criminal “Los Zetas”, una de las más conocidas en México y en otros países del Hemisferio Occidental gracias a su amplio rango de acción. Se cuenta en esta sección con la participación de Francisco Gómez Flórez, destacado periodista mexicano que durante varios años ha investigado los detalles de la evolución, fragmentación y surgimiento de redes criminales Mexicanas.
Para refutar la denominación errada de “Los Zetas” como un “cartel de narcotráfico”, el presente análisis se concentra en entender la estructura y las actividades relacionadas con el tráfico de hidrocarburos, un negocio ilegal que es lo suficientemente lucrativo para llamar la atención de esta red criminal en varias regiones de México y Estados Unidos; así, en el octavo capítulo exponemos las características de una estructura criminal de “Los Zetas” dedicada a esta actividad. Para finalizar la tercera sección, en el noveno capítulo se presentan las recientes investigaciones judiciales adelantadas en Estados Unidos y en México contra los miembros de “Los Zetas” que han participado en el tráfico ilegal de hidrocarburos que, como es de esperarse, involucra a funcionarios públicos en México y a empresarios en ambos lados de la frontera.
Para finalizar, en la cuarta y última sección exponemos las conclusiones teóricas y empíricas que resultan de los dos casos analizados. Estudiamos los dos tipos de éxito criminal alcanzados por la red “Montesinos-FARC” y por la red “Los Zetas”; es decir, indagamos por qué cada red logró sus respectivos niveles de infiltración y manipulación de instancias del Estado, en plazos distintos y con una clara diferencia en los efectos alcanzados. Sobre todo, resaltamos cómo algunas redes criminales privilegian sus interacciones políticas y económicas por encima de sus interacciones estrictamente violentas y coercitivas, a medida que consolidan su poder frente a otras redes criminales y frente a algunos sectores de la sociedad. Esta explicación se hace para resaltar que la disminución de acciones violentas en algunas zonas dominadas por “Los Zetas” no significa, necesariamente, que la red esté debilitada sino que estaría transitando hacia formas sofisticadas de interacción política y económica.
Las conclusiones aquí presentadas y discutidas no se restringen a los dos casos analizados sino a redes criminales con similares características en estructura, concentración de información y resiliencia; por ejemplo, como se verá, la red “Montesinos-FARC” tuvo una estructura piramidal relativamente similar a la del cartel de Medellín o el cartel de Cali, mientras que la red “Los Zetas” tiene una estructural horizontal similar a la del “Cartel de Sinaloa”.
Por último, en el capítulo 11 planteamos por qué es indispensable entender la complejidad de las redes y macro-redes criminales actuales, como una condición necesaria para proteger las instituciones públicas y privadas de varios países que actualmente transitan hacia la incursión de redes criminales al interior del núcleo de su Estado. Específicamente exponemos tres recomendaciones que deberían estar a la base de cualquier esfuerzo por entender y enfrentar de manera efectiva las redes y las macro-redes que actualmente operan en el Hemisferio Occidental.
El hecho de que todos los países de América Latina cumplan actualmente con las características formales de la democracia no significa que en sus niveles locales y regionales estén protegidos contra la infiltración política y económica del crimen, a tal punto que en la mayoría de países es necesario y urgente identificar, entender y actuar contra las estructuras criminales que manipulan los procesos democráticos. De lo contrario, avanzarán los procesos de infiltración criminal que han afectado y dado forma, en distintos niveles y escalas, a la vida social, política y cultural de varios países de América Latina. La utopía realista de adoptar la cultura de la legalidad en América Latina parece aún lejana pero siempre realizable.